Nuestras articulaciones desempeñan un papel fundamental en el movimiento y la flexibilidad de nuestro cuerpo. Nos permiten realizar actividades cotidianas como andar, correr y levantar objetos con facilidad. Sin embargo, algunos factores o enfermedades pueden afectar a las articulaciones, provocando dolor, hinchazón, rigidez y movilidad reducida. En este artículo hablaremos de algunas enfermedades articulares comunes, sus síntomas, causas y opciones de tratamiento.
Artritis reumatoide
La artritis reumatoide es un trastorno autoinmune crónico que afecta principalmente a las articulaciones, causando inflamación, sensibilidad e hinchazón. También puede afectar a otras partes del cuerpo, como los pulmones, la piel, los ojos y los vasos sanguíneos. Se desconoce la causa exacta de la artritis reumatoide, pero se cree que está desencadenada por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Algunos síntomas frecuentes de la artritis reumatoide son dolor articular, hinchazón, rigidez, fatiga y fiebre. No existe cura para la artritis reumatoide, pero un diagnóstico precoz y un tratamiento oportuno pueden ayudar a controlar los síntomas y prevenir mayores daños articulares. Las opciones de tratamiento de la artritis reumatoide pueden incluir medicación, fisioterapia, terapia ocupacional y cirugía.
Osteoartritis
La osteoartritis es una enfermedad articular degenerativa que se produce por el desgaste del cartílago, el material similar a un cojín que recubre el extremo de los huesos. Como resultado, los huesos rozan entre sí, provocando dolor, rigidez y movilidad reducida. La artrosis puede afectar a cualquier articulación del cuerpo, pero es más frecuente en manos, rodillas, caderas y columna vertebral.
Algunos síntomas frecuentes de la artrosis son dolor, rigidez, sensibilidad e hinchazón articular. Las opciones de tratamiento de la artrosis pueden incluir medicación, fisioterapia, control del peso, uso de dispositivos de apoyo como aparatos ortopédicos o férulas, y cirugía en casos graves.
La gota
La gota es un tipo de artritis que se produce por la acumulación de cristales de ácido úrico en las articulaciones, lo que causa dolor, hinchazón e inflamación. Afecta principalmente a las articulaciones del dedo gordo del pie, pero también puede afectar a otras partes del cuerpo, como tobillos, rodillas y muñecas. La gota es más frecuente en hombres que en mujeres, y ciertos factores como la obesidad, la hipertensión arterial y las enfermedades renales pueden aumentar el riesgo de padecer gota.
Algunos síntomas frecuentes de la gota son dolor repentino e intenso en la articulación afectada, hinchazón, enrojecimiento y calor. Las opciones de tratamiento de la gota pueden incluir medicación, cambios en el estilo de vida, como pérdida de peso y reducción del consumo de alcohol, y aspiración articular para eliminar los cristales de ácido úrico.
Bursitis
La bursitis es una enfermedad que se produce por la inflamación de las bursas, los pequeños sacos llenos de líquido que amortiguan las articulaciones y reducen la fricción entre huesos, músculos y tendones. La bursitis puede deberse a lesiones traumáticas, movimientos repetitivos o enfermedades subyacentes como la artritis reumatoide.
Algunos síntomas frecuentes de la bursitis son dolor, rigidez, hinchazón y limitación del movimiento en la articulación afectada. Las opciones de tratamiento de la bursitis pueden incluir reposo, hielo, compresión y elevación de la articulación afectada, uso de antiinflamatorios y fisioterapia.
Lupus
El lupus es un trastorno autoinmunitario crónico que puede afectar a múltiples órganos, como las articulaciones, la piel, los riñones y el corazón. El lupus es más frecuente en mujeres que en hombres, y se cree que está desencadenado por una combinación de factores genéticos y ambientales.
Algunos síntomas frecuentes del lupus son dolor articular, rigidez, erupción cutánea, fiebre, fatiga y pérdida de peso. Las opciones de tratamiento del lupus pueden incluir medicación, cambios en el estilo de vida, como control del estrés, ejercicio regular y alimentación sana, y seguimiento regular con un profesional sanitario.
Conclusión
Las enfermedades articulares pueden afectar significativamente a nuestra calidad de vida y limitar nuestra capacidad para realizar actividades cotidianas. Las causas, síntomas y opciones de tratamiento de las enfermedades articulares pueden variar según el tipo de enfermedad y su gravedad. El diagnóstico precoz y el tratamiento oportuno pueden ayudar a controlar los síntomas y evitar mayores daños articulares. Por tanto, si experimentas dolor o rigidez articular, busca atención médica para que puedas recibir el tratamiento adecuado.
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