La artrosis, también conocida como osteoartritis, es una enfermedad crónica que afecta las articulaciones. Se caracteriza por el desgaste progresivo del cartílago que recubre los extremos de los huesos en las articulaciones, lo que provoca dolor, rigidez y limitación en el movimiento. La artrosis suele afectar las articulaciones de las manos, rodillas, caderas y columna vertebral, aunque puede afectar otras articulaciones también.
El tratamiento de la artrosis tiene como objetivo aliviar el dolor, reducir la inflamación y mejorar la función articular. Los tratamientos pueden incluir:
Tratamientos para la artrosis no invasivos:
Un tratamiento no invasivo es aquel que no requiere cirugía ni procedimientos invasivos para su aplicación. Aquí hay algunos ejemplos de tratamientos no invasivos que pueden ser utilizados por un experto en tratamientos para la osteoartritis:
1. Medicamentos y suplementación:
Los medicamentos y los suplementos, tienen que ser recetados y/o recomendados por un médico. Los suplementos más usados, y que tienen evidencia científica, son la condrotina y glucosamina, siendo muy importante, la dosis de estos, para que sean eficaces. También se pueden acompañar de colágeno, siendo la dosis de 10 gramos la recomendada. Cartilat complex es un producto que cumple todas estas funciones.
2. Terapia física para artrosis:
Los ejercicios específicos y la terapia física pueden ayudar a fortalecer los músculos alrededor de las articulaciones afectadas, mejorar la movilidad y reducir el dolor.
3. Pérdida de peso:
Si el paciente tiene sobrepeso u obesidad, perder peso puede reducir la presión sobre las articulaciones y disminuir el dolor.
4. Dispositivos de asistencia:
El uso de aparatos ortopédicos, como férulas o bastones, puede ayudar a aliviar la presión sobre las articulaciones y mejorar la movilidad.
Tratamientos para la artrosis, invasivos:
Un tratamiento invasivo es aquel que requiere la introducción de instrumentos médicos o procedimientos quirúrgicos en el cuerpo del paciente. Estos tratamientos suelen ser más invasivos y pueden implicar ciertos riesgos y complicaciones. A continuación, te mencionaré algunos ejemplos de tratamientos invasivos utilizados en el contexto de la artrosis:
5. Inyecciones intraarticulares:
Se pueden administrar inyecciones de corticosteroides en la articulación afectada para reducir la inflamación y aliviar el dolor. También se pueden utilizar inyecciones de ácido hialurónico para mejorar la lubricación de la articulación.
6. Cirugía:
En casos graves de artrosis, cuando otros tratamientos no han sido efectivos, se puede considerar la cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen la artroscopia, la osteotomía (reposicionamiento de los huesos), la artroplastia (reemplazo de la articulación) o la fusión articular.
Es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento personalizado, ya que el enfoque terapéutico puede variar según la gravedad de la artrosis y las necesidades individuales del paciente.